Con la ley federal del trabajo se señala los derecho y obligaciones que tienen dos entidades los trabajadores dentro de una organización y patrones o en su caso empresa. Pero cuando los abogados tienden a capturar un cliente, su argumento es que la ley protege a los trabajadores y por consecuente siempre hay posibilidades de ganar un juicio. Pero una demanda no se puede considerar como acto de justicia fácil o algo que se pueda hacer a la deriva, tiene grandes consecuencias no solo para la organización que las tiene de «perder» sin olvidar que las empresas son las más afectadas.
No importa si tenías la razón o no, tampoco si ganaste o perdiste: al entablar un juicio laboral contra tu patrón, en pleno ejercicio de tu derecho de acceso a la justicia, tarde o temprano llegarás a un buró laboral, una base de datos ilegal que recopila información pública de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, de las juntas locales y del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje y que permite a los empleadores conocer el “historial jurídico” de los candidatos.
En México están prohibidas por la Constitución desde 1917, pero aun así existe y es consultada por algunas empresas.
Los nombres de los trabajadores que hayan participado en demandas laborales ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) serán mencionados en el Boletín Laboral.
Aparecer en ese boletín donde se enlistan los conflictos laborales con los nombres de las partes funciona en los hechos como una auténtica “lista negra” que dificulta a los trabajadores obtener un nuevo empleo
¿Pero porque los ex empleados tienen problemas al demandar, si esta en todos sus derechos? La respuesta es que existe un cortinaje entre organizaciones, es decir, una empresa es afiliada a una base de datos de demandantes entre otras organizaciones, si esa empresa es demandada por un ex empleado puedo incluirlo en esa base de datos, entonces por eso es que tenemos un gran índice de desempleo y de irregularidades laborales en las organizaciones, por otro lado como consecuencia por lógica una empresa no reclutará como capital humano a un «problema».