La marca individual se registra con la finalidad de proporcionar a cada producto la individualidad en su clase, mientras que la marca colectiva se registra con la finalidad de tener la distinción del modo de producción y origen geográfico de los bienes y servicios que caracterizan a una zona.
En la marca individual los productos pueden pertenecer a diferentes clases, pero estar regidos bajo el mismo nombre y su ventaja es que cada producto tiene una imagen y distintividad únicas, por lo que el proceso para posicionarla puede ser más sencillo.
La marca colectiva se utiliza para promocionar productos característicos de una región, por lo que su creación además de ayudar a comercializar los productos, incluso fuera del país, proporcionan un marco para la cooperación entre los productores locales. Por lo que su creación se debe acompañar del desarrollo de ciertas normas, criterios y una estrategia común para que pueda convertirse en un instrumento de desarrollo local.